Donde estás? Le pregunté... Pero el silencio fue absoluto, ya nadie
respondió y el telefono quedó completamente mudo. Fue uno de esos días
en los que siento que el agua está seca, el fuego no me quema y el
viento no me toca. Mi cuerpo pierde la sensibilidad y se olvida de
funcionar por un instante. Y tu voz que ya no puedo oir, tu voz que me
susurra en la oscuridad de la noche unas palabras extrañas que no logro
entender, una marejada de tonos sin vocalizar... Y oigo una musica de
fondo, muy suave y eterna, muy tuya y muy nuestra. Tengo miedo de
perderte, de perderme, de encontrarte vacío. Y yo mientras... cansada de
ser, cansada de no ser.