Volvería...

Si tuviera que volver a nacer elegiría el blanco, elegiría piedra libre para todos mis compañeros, rozaría con mis manos pequeñitas la cara húmeda de quien me ha dado a luz, suplicándole que no me deje crecer, que me resguarde así... pequeña, soñadora, purísima inocencia...
Si tuviera que volver a crecer, jugaría mil veces más al gallito ciego, correría sin parar por las plazas, volvería a caerme sobre las mismas piedras que me hicieron llorar por primera vez, saltaría a la soga cantando las mismas canciones que hoy no puedo recordar, llenaría todos los álbumes de figuritas que quedaron vacíos, juntaría caracoles y volvería a regalárselos a mi mamá jurándole que es el tesoro más preciado, barrenaría las olas más grandes -esas que tanto miedo me daban-, construiría castillos hasta quedarme sin arena, remontaría barriletes de colores hasta en los días de tormenta, juntaría bichitos de luz en esos mágicos frascos de mermelada, dibujaría rayuelas con tizas de colores y volvería a saltar una vez más intentando llegar al cielo, me daría eternos baños hasta que la piel se me ponga arrugada y morada, haría cientos de dibujos más... de esos con casitas, nubes, soles, mamá, papá, Ivo, Chris y Olaf..., daría mil vueltas más en mi primer bicicleta con rueditas, volvería a escuchar maravillada los mismos cuentos fantásticos, las mismas fábulas de animales que muchas veces no terminaba de entender... Volvería a peinar una vez más esa muñeca, inventaría cientos de historias con los play mobile o los pinypon y volvería a ponerles nombre a todos mis ositos... Volvería a darle la mano a mis hermanos para cruzar la calle, volvería a pelearlos para después pedirles perdón... Juntaría hormiguitas del jardín de mi abuelo y las haría naufragar otra vez sobre las hojas del tanque de agua. Juntaría caracoles de todos los tamaños, los haría jugar carreras en medio de la calle y me sentaría en la vereda esperando a que pase algún auto y pfff... (maldad infantil tiene perdón). Contruiría telefónos caseros con mis hermanos, dos latas y un cable... diversión asegurada! Volvería a jugar al fútbol para que puedan ser dos contra dos, le pediría a mi abuela que me vuelva a cocinar esos waffles deliciosos y volvería a dormir junto a ella esas eternas siestas de verano. Le pediría a papá que me lleve al mar, que me enseñe a nadar y me lleve a lo más hondo. Inflaría miles de globos de colores y los soltaría una vez más desde la ventana de mi cuarto. Me llenaría las manos de boligoma, para esperar a que se seque y jugar a que se me sale la piel... Me disfrazaría con los vestidos de mamá, me pondría tacos y escucharía una vez más sus retos desde la cocina. Me levantaría a la madrugada y, caminando sigilosamente, me metería en la cama de mis papás, justo en el medio, haciéndome bolita y olvidando todas las pesadillas...
Si tuviera que volver a crecer no dejaría nunca de reir...