Le regalo al destino
un trocito de mi alma
la cedo silenciosa...
como una araña
que teje su tela
de seda mortal
Me sumerjo
en las lagunas
del eterno desatino
y recorro las orillas
de tus pies descalzos
blancos de nieve
Me duermo
en los delirios
del dulce silencio
y te escribo
en los libros raídos
de esta historia inacabada