Malabares

Fumo el rock
de tu voz
Resuena
en tu nombre
música disonante
lírica…
fascinante!
No la escucho
la oigo…
No la entiendo
la quiero…
No la quiero
y la escucho!
Me uno a multitudes
me hundo
gente que
salta
salta
salta
Salto caigo
Subo bajo
Vaivenes ridículos
desenfrenados
agitados
como vos
como yo
como todos…
Refugiados
del mundo
Anti-idealistas
revolucionarios
Hacemos malabares
con la ausencia!
Y sí…
Sabés que tenés razón?
Si la vida te trae limones…
pedile tequila y sal!!

CreSer

Motivos incansables
de intensas soledades
y creencias olvidadas
Cambios inalterables
estancias cambiantes…
Metamorfosis de sueños
me convierto en semilla,
y me dejo nacer…

A Juani
Amiga mía
Creo que hoy te comprendo
(al menos eso creo, quiero…)
Noches que parecen día
Días o eternas noches?
Lágrimas inútiles
torpes mías
entre tus versos
largas eternas
en cámara lenta
inservibles…
Oigo tu respiración
ajetreada…
me duele tu dolor
Quiero correr
encontarte
rescatarte
lloro no haber estado ahí!
Oigo tus pasos
atolondrados
sigilosos livianos
casi queriendo volar
Soñabas alas!
blancas, puras, salvadoras…
zapatitos de algodón
Oigo tu grito
mudo
El azul de tu mirada
transformado
naranja
gris
rojo…
busca el mar!
Amiga heroína…
la vida te quiso acá
la ruleta giró a tu favor…
no creo que ta te tí
seguro te quiso a ti!
Tu voz
la de los que no están
del eterno silencio…
Tus ojos
de los que ya no ven
profundísimos miran
son multitud
Tu alma
incansable luchadora
es una
son miles…
sos ellos…

Madrugada

Sé que sigo viva cuando pongo mis manos debajo del agua caliente y siento de a poco que la sangre vuelve a recorrerme. Mojo mi cara entre sueños que se desperezan como gatos, lentamente, con temor a despertar… y mientras tanto le pregunto a mi reflejo si ha encontrado una respuesta… Sin obtener nada a cambio, mi cara se aleja de la ventana del alma, cierro mis ojos y resuelvo continuar con el inquebrantable deseo de ser alguien… Con un café en la mano y la pereza en la otra, intento disuadirme de volver a la cama. Miles de segundos parecen abalanzarse en el reloj y lanzarse desprevenidos desde las alturas de la aguja que marca las en punto… Me deslizo por el pasillo de mi casa, parezco un ladrón y luego desaparezco… Recito una vez más los mismos pensamientos de cada mañana, sin decírselos a nadie, sola y en silencio… Un perro atolondrado ladra en la oscuridad de la madrugada recién parida y una revolución de ecos de lata dan la vuelta en la esquina. Después del susto me recupero y emprendo la marcha, inalterada, eterna... Si supiera hacia adónde tal vez sería más fácil, más corto el trayecto… Pero creo estar descubriendo que el andar es siempre incierto y cada paso un tropiezo… Los maldigo entre susurros, sí, a ellos… los libros que hablan del futuro como algo conocido, previsible, manejable… lógico? Sonrío tal vez un poco desahuciada, descreída… parodiando esas frases repetidas que recitan escritores y poetas… Poesía, cuánto te agradezco la existencia! Como un cuadro surrealista, dejar que las palabras nazcan atolondradas y se vayan atrayendo, enamorando unas de otras hasta enlazarse eternamente en versos, en sinsentido… Dejarlas volcarse libres, exiliadas, desprendidas… Volverse hacia ellas, mirarlas tomar vida y a veces hasta sentir que se ríen de mí… de mi corto entender… de mi deseo de ser y no poder. Y así continúan mis días, en un eterno debate entre lo real y lo imaginario, entre la locura y la… cordura? Y salgo a la calle volviendo a armarme de presencia, aunque esta vez con cierta despreocupación… dispuesta a enfrentar las realidades más extrañas, esas que mi imaginación no es capaz de dibujar… retratando con mis ojos las imágenes casuales que se suceden frente a mi… como una bocina que suena estrepitosamente y un auto que haciendo luces me invita a subir… Y una vez más, cierro los ojos y me dejo llevar…

HuEcos

Recuerdos presentes
olvidos pasados


Canciones robadas

sin voces sin música
ya mudas ya muertas

Sal picada

Resortes
resuenan, saltan, ríen…
Oxidados

rechinan, caen, lloran…

Aleteos

Vuelos inermitentes
deshojados, incansables
Mentiras desahuciadas
revelan inconscientes
Mañanas despechadas
luminosas, solitarias
Sombras cuidadosas,
espías encomendados
repican a mis costados
Miedos eternos
compañía inexcusable,
presencias eternas
en la luz del horizonte
Llanuras milagrosas
entre montes y valles
Respira mi cansancio
se esfuma en el paisaje...